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Conflictos de interés en banca privada

Normalmente en nuestra vida privada queremos evitar los conflictos de interés cuando tenemos que tomar decisiones importantes. Para ello recurrimos a personas o profesionales con un sesgo de total independencia y de esta manera evitamos que tengan dichos conflictos de interés a la hora de realizar sus recomendaciones para nuestro caso. Queremos encontrar profesionales que estén a nuestro lado y no enfrente. No parece lógico, por lo tanto, que este profesional cobre también de un tercero que se beneficie de la recomendación que el profesional nos hace a nosotros.

En el mundo de la gestión patrimonial y el asesoramiento financiero, gracias a las firmas que se declaran independientes, esto ya es posible para la gestión de los patrimonios privados. Sencillamente los profesionales independientes recomendaran las mejores alternativas de inversión para cada cliente, independientemente de las comisiones que otras entidades (en fondos de inversión u otros productos) pudieran pagarles, puesto que dicha independencia impide cobrar de nadie que no sea directamente de su cliente.

Será razonable analizar las clases de los fondos de inversión para ahorrar costes innecesarios al cliente a cambio de cobrar comisiones de gestión directas, mucho más reducidas que los costes ocultos que los clientes ya pagan sin darse cuenta. La independencia es la herramienta básica para evitar el conflicto de intereses y de esta manera tener el patrimonio gestionado con unas comisiones transparentes y claras desde el minuto cero.

Todavía no ha transcurrido el tiempo necesario para verlo en la información que la banca tradicional está obligada a entregar a los clientes a partir de ahora, aunque la prensa económica cada día se hace más eco de estas cuestiones. La independencia y la normativa MIFiD II son dos claros y evidentes aliados para un cliente de banca privada.

Ya no es necesario pagar el peaje del sector financiero en España. Ya no es necesario pasar por los productos de campaña. Ya no serán los clientes los que hagan las cuentas de resultados de las entidades. Será el cliente, que es el dueño y señor de su patrimonio, quien tomará las decisiones contando con la ayuda de profesionales de calidad y totalmente independientes.

Sencillamente con esta situación vamos a ser testigos de quién realiza Banca Privada de cliente o de productos. Quién pone el foco en los clientes y quien trata de pasar de puntillas por la actual normativa y solo trata de cubrir el expediente.

Este es el camino: la independencia, la profesionalización de los equipos y la normativa europea MIFiD II son partes fundamentales de esta ecuación que dará como resultado un mayor beneficio para la piedra angular de este servicio: El Cliente.

 

Francisco Pardo
Socio-Director
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